El pasado 11 de junio, el joven Raymundo Luna falleció después de 10 años de estar en estado vegetativo ocasionada por una resonancia magnética con sedación. Hoy, su familia sigue exigiendo justicia por la década de impunidad de su caso. A continuación, le contaremos los hechos.
La historia de Raymundo
Hace 10 años, en junio de 2014, el niño de 8 años Raymundo Luna Cisneros entró caminando al laboratorio Tolsa, en Guadalajara Jalisco, para que se le realizara una resonancia magnética que le fue solicitada por su neurólogo, César Cuauhtémoc Cañedo Castañeda, ya que el pequeño tenía trastorno de déficit de atención con hiperactividad y el especialista quería saber si había una malformación cerebral. Por ello, solicitó el estudio en esos laboratorios.
Christina, madre de Raymundo indicó que el pequeño llegó caminando y sin ninguna condición de salud al laboratorio, donde le indicaron que el estudio no tenía ningún riesgo ni incompatibilidades con los 4 medicamentos que el pequeño consumía.
Sin embargo, el anestesiólogo del laboratorio, Santiago Benítez Ramón le administró una anestesia que no era compatible con el organismo del menor y le provocó un paro bronco-respiratorio dentro del laboratorio, donde permaneció por más de dos horas sin que fuera trasladado a un hospital.
Esa falta de atención es una negligencia médica por parte de todo el personal del laboratorio, ya que negaron la salida del menor con el argumento de que la sedación iba a pasar. No obstante, el juicio lleva más de 10 años en proceso, en los cuales se han encontrado diversas anomalías, e incluso el laboratorio se declaró en bancarrota para cambiar su razón social.
De acuerdo con los familiares de Raymundo, aunque el laboratorio tiene sus cortinas abajo, sigue operando por citas.
Laboratorio Tolsa ha negado ayuda financiera
La familia de Raymundo tuvo que trasladar al menor en ambulancia de cuidados intensivos hacia el hospital de Chapalita, donde permaneció dos meses en terapia intensiva en estado vegetativo. Posteriormente, lo dieron de alta en las mismas condiciones, en las que permaneció hasta el último día de su vida.
A pesar de esto, el laboratorio no se ha hecho responsable y ha puesto trabas para entorpecer el caso.
Familiares exigen justicia para Raymundo
Tras el fallecimiento de Raymundo, sus familiares exigen a las autoridades que hagan justicia para el pequeño: que dejen de encubrir al personal negligente, le retiren la cédula profesional al anestesiólogo y clausuren el lugar para evitar que vuelvan a cometerse actos como ese.
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